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    QUISTES DE OVARIO

    Los OVARIOS son glándulas de secreción mixta del tamaño de un limón (la mujer nace con 2), por un lado producen las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) que son secretadas al torrente circulatorio (secreción interna) que las llevará a todo el cuerpo ejerciendo su acción y dando a la mujer sus características femeninas como son ensanchamiento de caderas, crecimiento de glándulas mamarias, distribución triangular del vello púbico, tersura de la piel, etc. Por otro lado, la mujer nace con células especializadas en sus ovarios llamadas folículos primordiales dentro de los cuales se encuentran los óvulos que alcanzarán su madurez en un ciclo determinado y que al ser liberado del ovario (ovulación-secreción externa) y fecundado por un esperma (fecundación) en el tercio externo de la trompa de Falopio, da origen a una nueva vida (embrión), éste tardará entre 3 y 5 días en llegar al útero (cavidad uterina) para implantarse y desarrollarse el embarazo.

    La palabra QUISTE implica una tumoración de contenido líquido. Por la naturaleza femenina de estimulación ovárica a los folículos primordiales por la hormona folículo-estimulante (FSH) que ocasionará el crecimiento y maduración de un folículo hasta 2 cm. (folículo maduro-primera fase del ciclo femenino), con mucha frecuencia encontraremos quistes en los ovarios de diferentes tamaños (entre 1 y 3 cm.) sin que esto signifique que haya un problema, pues al liberarse el óvulo (ovulación) el quiste desaparece.

    Tipos de Quistes ováricos:

    Existen varios tipos de quistes ováricos:

    • Foliculares: cuando el folículo maduro alcanza 2 a 3 cm. está listo para liberar el óvulo, por múltiples razones si el folículo no se rompe persiste el quiste y se formará lo que conocemos como quiste folicular.
    • Quiste lúteo: a la mitad del ciclo femenino el folículo maduro rompe y libera el óvulo, en ese sitio se forma una estructura bien organizada y muy vascularizada que se conoce como ¨CUERPO LUTEO o CUERPO AMARILLO¨, dicha estructura producirá progesterona (hormona de la segunda mitad del ciclo femenino), la cual puede desaparecer espontáneamente en 2 semanas (vida media del cuerpo lúteo), cuando por diferentes razones no lo hace es lo que se conoce como quiste lúteo, si éste presenta sangrado en mayor o menor grado se trata de un quiste lúteo hemorrágico que en algunas ocasiones requiere tratamiento quirúrgico.
    • Cistoadenomas: son propiamente los quistes de ovario, pueden ser mayores de 6 cm., uni o multilobulados.
    • Quistes dermoides: son quistes que contienen células totipotenciales capaces de formar en su interior pelo, sebo, grasa, cuero cabelludo, dientes, etc.
    • Quistes paratubarios: son quistes que se forman a un lado de los ovarios, generalmente involucran la trompa de Falopio derecha o izquierda.
    • Endometriomas: son quistes que contienen dentro del ovario una cápsula que contiene glándulas y estroma similar al endometrio y forman lo que se conoce como ¨quistes de chocolate¨.
    • Síndrome de ovario poliquístico: así llamado por el aspecto poliquístico del ovario, en realidad es la manifestación final de un trastorno endocrinológico que se ve reflejado en los ovarios.

    Preguntas frecuentes

    La mayoría de los quistes no provocan ningún síntoma, sin embargo, un quiste ovárico grande (5-6 cm. o más) puede provocar dolor pélvico, dolor sordo o intenso en la parte inferior del abdomen del lado del quiste, sensación de saciedad o pesadez en el abdomen. Un número grande de mujeres presentan quistes en los ovarios en algún momento de su vida, la mayoría no presentan molestias (asintomática), o son muy pocas y no afectan o impiden llevar una vida normal. La mayoría de los quistes ováricos desaparecen sin tratamiento en unos pocos meses. Otros como los quistes dermoides y los cistoadenomas pueden crecer muy grandes, lo que puede provocar que el ovario se desplace de su posición (después de 5 -6 cm. de diámetro). Esto aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión dolorosa del ovario, llamada ¨torsión ovárica¨. La torsión ovárica produce una disminución o la detención del flujo sanguíneo hacia el ovario, lo que ocasiona un dolor muy severo de inicio repentino.

    Se puede detectar un quiste en el ovario durante una revisión de rutina pues muchos son asintomáticos.

    Cuando la paciente presenta síntomas sospechosos el examen ideal para diagnosticarlos es la Ecografía pélvica (Ultrasonido trans-vaginal), que es un dispositivo con forma de varilla (transductor) que envía y recibe ondas sonoras de alta frecuencia (ecografía) para generar una imagen del útero y los ovarios en una pantalla (monitor). El médico analiza la imagen para confirmar la existencia de un quiste, identificar la ubicación y para determinar si el contenido es sólido o líquido o si es una combinación de ambos.

    También pueden ser diagnosticados con una tomografía o con una Resonancia Magnética.

    Los quistes malignos son más frecuentes en mujeres mayores de 40 años. Los quistes de ovario, en su mayoría son benignos, pero cuando son malignos, suelen ser asintomáticos. Se sospecha de malignidad cuando en el Ultrasonido se observan vegetaciones o partes sólidas en la superficie o en el interior del ovario, cuando a la aplicación del Doppler se encuentra neo-formación de vasos sanguíneos en el quiste.

    Durante la cirugía en casos de sospecha se debe realizar un estudio histopatológico trans-operatorio (durante la cirugía) y descartar o confirmar la malignidad, lo que lleva a la decisión del tratamiento correspondiente.

    En caso de detectar un quiste en el o los ovarios se debe de individualizar el tratamiento de acuerdo con varios parámetros: edad, síntomas, localización, tamaño, liquido o sólido, crecimiento rápido, Doppler color del quiste. Cuando se trata de una mujer joven, se suele hacer un sencillo seguimiento del proceso, ya que los quiste tienden a desaparecer en unas semanas. Generalmente se esperan de 8 a 12 semanas para hacer un nuevo reconocimiento, y ver el estado de los quistes de la paciente.

    Cuando el quiste no desaparece y llega a crecer hasta 5 cm o más, mostrando síntomas de molestia y fuertes dolores, se puede llegar a la cirugía para extirparlo, la operación de un quiste en el ovario suele ser a través de laparoscopia por todas las ventajas que ésta ofrece a las pacientes. Los quistes en mujeres adultas, y tras la menopausia, no suelen desaparecer por sí solos, por lo que, es muy importante hacer un seguimiento para controlar que no sigan creciendo. Si se llega a tratamiento quirúrgico también puede ser llevado a cabo por laparoscopía (depende de la experiencia del cirujano), no olvidar que en estos casos se requiere de un estudio histopatológico trans-operatorio para descartar o confirmar malignidad y realizar el tratamiento quirúrgico correspondiente.

    Se ha visto que existe una relación directa entre el aumento de tamaño de los quistes ováricos y la posibilidad de formación de un tumor maligno en el ovario de la mujer, por lo que, es muy importante hacer este seguimiento para evitar posibles riesgos.